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lunes, 2 de abril de 2012

CACERÍA de Renate Mörder


Carlos ingresó al local que estaba oscuro y repleto de gente y de humo. La música sonaba a todo volumen, pero a él parecía no importarle, pues mientras esquivaba los cuerpos sudados que danzaban en la pista, sonreía con una expresión bonachona. Wanda, dieciocho años, cabello negro, piel muy blanca y grandes ojos oscuros, lo miró especulativa. El tipo tendría no más de cuarenta años, su cabello rubio estaba cortado a la perfección, lucía limpio, prolijo, elegante y adinerado.  La rechoncha muchacha lo siguió con los ojos mientras intentaba llegar a la barra y rió con ganas cuando lo vio retroceder ante un tipo musculoso y un tanto borracho que se interpuso en su camino. Observó la reacción de Carlos mientras retrocedía, el tipo no había dejado de sonreir ni por un segundo. "Un hombrecito idiota y amable", pensó Wanda: "Fin de la cacería, es justo lo que andaba buscando".  Se abalanzó sobre él que giró confundido para mirarla. Carlos, se fijó en la gordita y en sus tetas descaradamente expuestas.
     -    Hola, soy Wanda.
     -    Carlos –apenas atinó a decir él.
Ella lo condujo de nuevo a la pista y comenzó una danza medio grotesca, medio lasciva, Carlos sin moverse del lugar intentó mover los brazos para acompañarla. La muchacha pensó que bailaba como un viejo y que era el tipo de ricachón para el que solía trabajar su padre. Medio paranoica, dio un vistazo a su alrededor buscando algún guardaespaldas, pero no había peligros a la vista. Una o dos canciones después, tomó a su compañero de baile de la mano y, como si fuera un barrilete, lo remontó a lo largo del salón y lo introdujo en un cuarto en el que decía "privado". Él le sonrió mientras ella lo empujaba contra una pared.
-    Dame la billetera – le dijo mientras lo apuntaba con un arma.
Carlos se quedó inmóvil, mientras llevaba sus ojos de las tetas que subían y bajaban dentro de una rotosa blusa de lycra negra  al revolver y del revolver a las grandes tetas.
-    ¿Sos sordo, idiota? Dame la billetera.-insistió ella.
La chica se precipitó sobre él y le puso el arma en la sien. Él sacó su sonrisa bonachona, esa que le hacía quedar bien con tanta gente.
-    Tengo mucho dinero, princesa- le susurró- y me gustan las chicas malas.
Wanda tuvo el súbito impulso de disparar, de borrarle la sonrisita de mierda. Una horas antes había discutido con su padre, un comisario de policía: "No hay más salidas, ni más dinero, no te crié para te convirtieras en una puta drogadicta"  y ella en represalia había escapado con una de sus armas. Su idea era atracar a un tipo con el arma del viejo y después contárselo para que reventara, pero aquello se estaba convirtiendo en otra cosa. Después de todo ¿qué pasaría si mataba con esa arma registrada a nombre de su padre? La muchacha sonrió ante las perspectiva de librarse del yugo paterno para siempre y Carlos, creyendo que era el destinatario de la sonrisa, se animó a seguir:
-   Vamos a mi casa, vos, el arma y yo. Me gustás mucho. Yo te doy la billetera pero podrías tener mucho, mucho más- continuó él susurrando persuasivo- te juro que soy bueno en la cama. Una noche y te  comprás lo que quieras.
Wanda sintió una mezcla de excitación y repulsión. Carlos seguía sonriendo y ella tuvo que reprimirse para no dispararle un tiro ahí mismo. Con una sonrisa fingida aceptó la oferta. Salieron del lugar por separado. "Soy casado y alguien podría verme, vamos a la quinta. Tengo una piscina de ensueño".  Ella subió al BMW de Carlos que tomó la autopista del oeste y, mientras el hombre parloteaba sin parar acerca de sí mismo, de lo maravilloso que era, del dinero que tenía y de lo bien que le pagaban por la buena mercadería que conseguía, Wanda imaginaba su cadáver sonriente flotando en la piscina, se imaginaba conduciendo el BMW de regreso, borrando sus huellas, dejándolo en la casa de su padre.
Se salieron de la autopista y se internaron en un camino arbolado, que conducía a una gran casona apenas alumbrada por las luces del parque.  Wanda acarició el arma que llevaba en su morral y bajó del automóvil. Fantaseó con los titulares de los diarios "Importante empresario asesinado por oficial de policía". La muchacha comenzó a caminar hacia la casona, pero Carlos amable la tomó del brazo y la condujo hacia la casa de huéspedes. De pronto un grito desgarrado de mujer cortó el silencio de la noche. La puerta se abrió. "Era hora Carlitos, hoy somos un montón" dijo un hombre con aspecto sórdido. La chica se detuvo aterrada y quiso retroceder pero chocó con Carlos que sonriendo le cerró el paso y le arrancó el bolso. Wanda comenzó a correr. "Hay cacería" gritó alguien. Media docena de hombres se lanzaron tras ella, la alcanzaron y como alimañas hambrientas, la arrastraron hacia el fondo de la casa.


49 comentarios:

  1. Uff... qué fuerte. Al final se invierten el cazador y la presa... Muy bueno, Renate.
    Un abrazo.

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  2. Qué bueno leerte, Renate!!!
    Y como siempre, sacás de tu varita mágica un thriller de aquellos.
    Cazador cazado, no?
    Impecable la narración y la atmósfera sórdida que lograste.
    Bravo, R!!!
    Un abrazo enorme, mi amiga!

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  3. excelente texto!
    no dejas entrever absolutamente nada de lo que pasará!
    me gustan los textos que sorprenden.

    Saludos Renate

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  4. :D quisiera saber que habrá sido de Wanda, genial historia! saludos TPR (:

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  5. ¡Muy bueno, como siempre Re! ¡Felicitaciones....!!!!!!!

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  6. Gracias Bee, Escarcha y Peregrino:
    Trío de talentosos genios, les mando un abrazo enorme!!!

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  7. Qué giro magistral!! Ya no podremos fiarnos ni de una sonrisa bonachona... Me encantó la historia, felicitaciones!!!!!!!!

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  8. Se podría pulir más, pero no está mal. : )

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  9. Carlos Oliveras Alavarez4 de abril de 2012, 10:04

    Me ha encantado, heres una gran narradora,y el final es sorprendente.
    Enorabuena, Renate.

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  10. Genial Renata.. un gusto leerte.. saludos..Elen Lackner

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  11. Me gustó; es un género bastante difícil de escribir
    ;)

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  12. Me gustó!
    es un genero bastante difícil
    porque hay que saber atrapar al
    lector y mantenerlo hasta el final

    Un placer

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  13. Carlos, Elen, José y Claudia:
    Muchisimas gracias por los comentarios, un abrazo.

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  14. Gracias Renate por invitarme a leer tus relatos... la novela negra, en este caso, los relatos de este géneros son fascinantes. Logras atrapar. Me gustan tus descripciones y el suspense. Bueno, que te seguiré leyendo y que me encantó esta invitación. Muchos éxitos en publicaciones y libros. Eli

    http://lunadesalymiel.blogspot.com

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    1. Eli,bienvenida a mi casa.
      Muchísimas gracias por el comentario y mucho éxito para ti también. Ya me hice seguidora de tu blog. Nos leemos. Un abrazo

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  15. Muy bueno, cómo todo lo tuyo.Me encantó el relato

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  16. Interesante relato, lo breve no le quita lo extenso.

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  17. Entretenido, con un toque de suspenso y terror, gracias por compartir Renate
    saludos

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  18. Oscar y Rubén:
    Gracias por los comentarios :)
    Saludos

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  19. Me ha gustado, pero el final deberías desarrollarlo más. Es lo que tienen los microrelatos, no?. Me parece que en el nudo te recreas muy bien. El ambiente lascivo y la brusquedad de la protagonista contrastan muy bien, apetece seguir leyendo....quizás por eso se me haya hecho corto..

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  20. Muy bueno y como todos tus cuentos: Atrapan desde el principio hasta el final...Y un final inesperado

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  21. Un texto bien narrado, a través de un hilo conductor que lo vuelve ameno y coherente. Este tipo de narraciones me gustan pues se desarrollan en espacios propicios pues el lector es llevado de la mano a lugares donde pensamos que solo vamos a divertirnos, pero tu le has dado un toque de ingenio e imaginación a la trama que nos entretienes y nos diviertes. Todos mis elogios para tí, gracias por compartirlo, un besote para tí desde cali, colombia, pedro moreno mora.

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    1. Pedro, muchas gracias por tu comentario.
      Otro besote gigante desde Buenos Aires para tí.

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  22. Opino como Rafael, se me terminó de golpe! como esos capítulos que te dejan ansiando el siguiente.

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  23. hola Renate:
    hacia tiempo q no te leia... simplemente magnifico!!! como me atrapas cada vez mas con tus palabras, desearía tener en mis manos un libro tuyo... eso seria LO MÁXIMO :)....
    MUCHO ÉXITO y MUCHA BUENA VIBRA .
    Valkiria*

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    1. Valki, gracias.Poder ver un recital tuyo también sería lo máximo.

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  24. Sin ánimo de polemizar con nadie, simplemente decir mi humilde opinión, creo que a este texto no le falta nada. Genera intriga, por un momento parece que es ella la cazadora, genera tensión, y termina de manera abrupta, si, es verdad, pero no por ello pierde calidad o precisión. Es cierto que uno se puede quedar con ganas de más, pero de eso se trata esto, que el lector no quede satisfecho del todo, que quiera más, que vuelva por más, convirtiéndose en un adicto.
    Desde que te leí por primera vez, hace ya un tiempo, supe que siempre volvería, supe de mi "desgracia", que es mi placer, mi adicción.
    ¡Gracias querida Renate por conmover mis primitivos sentidos, cada vez que te leo, vuelvo a la vida real, rutinaria, con un brillo siniestro en mis ojos... y eso ¡¡¡ me encanta !!!
    Te dejo un abrazo enorme, con mi admiración

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    1. Querido José:
      La admiración es mutua y no tengo palabras para agradecerte este comentario. Me iluminaste el sábado amigo.
      Te mando un abrazo grande desde el otro lado del charco.

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    2. un placer, querida, y a las órdenes, siempre

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  25. Como siempre Renate, muy buen texto, corto, preciso y fulminante. Logras atrapar al lector y quitarle la respiración hasta en la última linea. Definitivamente tu espacio es un lugar común en esta gran casa y me agrada tenerlo como mi favorito.

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    Respuestas
    1. Ángela, que lindo comentario!
      Me hace feliz que te gusten mis relatos. Un abrazo grande

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  26. Genial, me ha gustado la segunda parte y sobre todo el final.

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