PÁJAROS CANTAN
RENATE MÖRDER
Y
|
a es primavera, unos
pájaros atraviesan los barrotes de la reja y se posan en el alféizar. Maribel,
desde abajo, no los ve pero oye sus trinos, da saltitos intentando divisarlos,
sonríe, imaginando que van a hacer un nido. Se detiene bajo el ventanuco y algo
cae y golpea su cabeza. Ella observa el trozo de alambre puntiagudo y oxidado y
piensa. Es una cuestión de precisión y de suerte. Entonces la puerta se abre,
los pájaros amplifican su canto, él ingresa y los mira con ojos inyectados.
Maribel salta, le perfora la yugular, corre.
RENATE MÖRDER
L
|
a hoja se desprendió
del árbol y cayó a sus pies. La niña la recogió, sacó un bolígrafo y escribió
su nombre en ella. Le dio un beso de despedida y la dejó a merced del viento
que la arrastró más allá del muro. “La hoja es libre”, exclamó. Muchos
otoños y muchas hojas después, en aquel precioso otoño de 1989, la niña, ya
mujer, camina sin que nadie la detenga. Llega hasta la Columna de la Victoria y
recoge una hoja del suelo. Saca un bolígrafo y escribe su nombre, la suelta,
sonríe.
Me gustan los relato que escribiste sobre esas dos estaciones.
ResponderEliminarOriginal que hayas escrito algo de estilo siniestro con la primavera.
Un abrazo.